Cuando se acercan los últimos
días de diciembre, casi todos realizamos una lista de cosas que nos gustaría llevar
a cabo durante el siguiente año. Con esta acción esperamos que al cambiar el
año cambien también algunas cosas en nuestra vida.
Veamos algunas pautas que pueden
ayudarnos a que esta lista de propósitos sea de verdad una ruta realista a
seguir en nuestro plan de vida.
-Lo primero que hay que recordar es
que cualquier día es bueno para cambiar algo que deseamos mejorar; no tiene
por qué ser fin de año, ni una fecha especial o señalada: cualquier día puede
convertirse en un nuevo comienzo. Si deseas que algo cambie, empieza hoy.
-Asume la responsabilidad del
cambio en tu vida. Tú eres quien genera, dirige y mantiene el cambio.
-Los propósitos que componen
el cambio han de ser realistas, acordes a tus circunstancias personales. Un
ejemplo que puede servir para entender esto es el relacionado con el peso.
Propósito: pesar lo mismo que
cuando era joven (no realista).
Propósito: perder peso de forma
sana y razonable según mis características personales y bajo el control de un
especialista (realista).
-Realiza un compromiso por
escrito y a largo plazo. Una fórmula que puede ayudarte es “Yo, XXXX, me
comprometo a poner todo de mi parte para cumplir esta lista de propósitos
durante todo este año porque quiero cambiar ciertos hábitos conductuales que no
resultan sanos para mí y para ello estoy abierto y dispuesto a que esto ocurra”.
-Evita la generalización. Lo
ideal es que estos propósitos estén compuestos de pequeñas acciones medibles
en el tiempo, que, una vez unidas y realizadas, cumplan el propósito. Un ejemplo
de generalización es el propósito de ser mejor persona; una de las maneras operativas
de llevarlo a cabo puede ser ayudando a otros (hacerte voluntario de una organización benéfica:
rescate de animales, Cáritas, Cruz Roja, Protección Civil o cualquier otra organización
de tu comunidad); o también puedes practicar la empatía y la escucha activa a
conciencia y llevar un registro de cuándo, cómo y con quién lo has hecho.
-Que no sean más de 3 metas o
propósitos a lo largo del año. No quieras cambiar todo de una vez porque es
imposible. Céntrate en el primero de la lista y ve añadiendo los demás mientras
cumples el primero.
-Lleva un registro de tus
avances y tus logros y colócalo en un lugar visible; te servirá para
recordar cada día tu propósito y ver lo bien que lo estás haciendo.
-Recompénsate cada vez que
realices una acción medible que te acerque más a cumplir el propósito.
-Pide ayuda si la necesitas. Para
ciertos propósitos es buena idea recurrir a un profesional que te
ayude, como en el caso de perder peso o de mejorar tu modo de relacionarte con
las personas.
Si crees que necesitas mejorar
algunas cosas en tu vida, en Meraki Psicología Aplicada podemos ayudarte.