Autoestima

Una pregunta que aparece de forma muy común en las sesiones de terapia es "¿Y cómo puedo mejorar la relación conmigo mismo?" Veamos algunas cosas que nos pueden ayudar a mejorar ese idilio con nosotros mismos: 

1.    -Tres palabras mágicas: empiezo por mí. El preferirse a uno mismo antes que a ninguna otra persona es el primer paso. Esto es egoísmo sano.

2.     -Amarte y aceptarte tal y como eres. Es imposible querer a otros si primero no existe un amor propio genuino e incondicional por nosotros mismos. Deja de lado ideales de apariencia, estatus, comportamientos… la sociedad y los demás nos venden una imagen sobre cómo deberíamos ser, cómo deberíamos vestir y un largo etc. A menudo esa imagen es un ideal completamente inalcanzable que lo único que nos proporciona es frustración cuando no lo conseguimos. Practica el autoconocimiento y ámate por lo que eres en esencia, no por lo que deberías ser.

3.      -No responsabilices a otros de tu bienestar; las personas no están obligadas a darte amor, ni a hacerte la vida más fácil ni a tratarte bien. Tú eres el responsable de buscar y conservar ese bienestar en todas las áreas de tu vida.

4.      -Permítete disfrutar de las actividades que te gustan. Haz una lista de tus hobbies y deja que el niño interior aflore y se divierta con esas actividades. Juega, en el amplio sentido de la palabra.

5.      -Presta atención a tu vocecita interior cuando expresa sentimientos, emociones, deseos… valora cada expresión de ti mismo como la maravilla que es. Si tú no das valor a lo que sientes y deseas, nadie lo hará por ti.

6.      -Hazte cargo de tu mundo emocional y vive en armonía con ese mundo interno.

7.   -Practica la comprensión y la paciencia contigo mismo. Las personas no somos perfectas; cometer errores es algo natural en el ser humano. No te exijas la perfección, ni te enjuicies. Convierte “ser tu peor enemigo” en “ser tu mejor amigo”.  

8.     -Toma las riendas de tu vida, dirigiéndola hacia aquello que deseas. Traza metas, haz planes.

Amor propio

La autoestima incluye conceptos como la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos. Recordemos que la autoestima es la suma de dos componentes: por un lado, la valoración que realizamos de nuestras cualidades y características (componente cognitivo) y por otro el sentimiento de aprecio por nosotros mismos (componente emocional).  

El componente cognitivo de la autoestima puede variar a lo largo del tiempo, ya que fundamentalmente tiene que ver con la valoración que hacemos al compararnos con otros; por tanto, depende de forma muy significativa del entorno en el que nos movemos a lo largo de nuestra experiencia vital. Si nos comparamos y el resultado es positivo, nos ayudará a mantener una elevada autoestima. Si nos comparamos y es negativo, nuestra autoestima se verá resentida. Ahora bien, el componente emocional no depende tanto del entorno, sino que es algo mucho más profundo: va a depender de la autoaceptación de nuestro propio ser, con nuestras virtudes y cualidades menos desarrolladas, y de sentir aprecio o afecto verdadero por cómo somos. No tiene que ver con cómo nos valoremos, sino con amarnos a pesar de que nos valoremos negativamente; a este concepto de carácter emocional se le conoce popularmente como amor propio.

Veamos algunos tips que pueden ayudarnos a fortalecer el amor propio:

-Ponerte tú como tu prioridad máxima. Preferirse a uno mismo antes que a los demás es egoísmo sano. Es el paso más importante para ir construyéndonos como personas. Nadie te va a poner como su máxima prioridad; así que, o te pones tú, o no serás la prioridad de nadie. 

-Crear y mantener espacios para tu autocuidado. Crear un espacio para ti es un requisito para mostrarte el afecto que sientes por ti. Con espacio me refiero a una rutina diaria donde cuides de ti física y espiritualmente; puede ser una rutina de belleza, de ejercicio, de espacio dedicado a tu salud mental…  lo importante es que dediques un rato cada día a ti misma/o y que no renuncies a ese momento por nada del mundo.  

-Pedirte perdón. Si te has herido a ti mismo/a con tu comportamiento (aceptando algo que no querías en realidad, manteniendo hábitos poco saludables, etc.) pídete perdón como harías si hubieras herido a otra persona. Ese autoperdón aumenta el respeto por ti mismo. 

-Háblate con cariño, con paciencia y con respeto. El lenguaje interno es uno de los pilares más importantes del amor propio: si te hablas y te tratas mal, no vas a tener una autoestima saludable. Recuerda que hablarte bien no depende de los demás: depende única y exclusivamente de ti. Si tú mismo te tratas mal, le estás enseñando a los demás cómo hacerlo también.