Amor propio

La autoestima incluye conceptos como la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos. Recordemos que la autoestima es la suma de dos componentes: por un lado, la valoración que realizamos de nuestras cualidades y características (componente cognitivo) y por otro el sentimiento de aprecio por nosotros mismos (componente emocional).  

El componente cognitivo de la autoestima puede variar a lo largo del tiempo, ya que fundamentalmente tiene que ver con la valoración que hacemos al compararnos con otros; por tanto, depende de forma muy significativa del entorno en el que nos movemos a lo largo de nuestra experiencia vital. Si nos comparamos y el resultado es positivo, nos ayudará a mantener una elevada autoestima. Si nos comparamos y es negativo, nuestra autoestima se verá resentida. Ahora bien, el componente emocional no depende tanto del entorno, sino que es algo mucho más profundo: va a depender de la autoaceptación de nuestro propio ser, con nuestras virtudes y cualidades menos desarrolladas, y de sentir aprecio o afecto verdadero por cómo somos. No tiene que ver con cómo nos valoremos, sino con amarnos a pesar de que nos valoremos negativamente; a este concepto de carácter emocional se le conoce popularmente como amor propio.

Veamos algunos tips que pueden ayudarnos a fortalecer el amor propio:

-Ponerte tú como tu prioridad máxima. Preferirse a uno mismo antes que a los demás es egoísmo sano. Es el paso más importante para ir construyéndonos como personas. Nadie te va a poner como su máxima prioridad; así que, o te pones tú, o no serás la prioridad de nadie. 

-Crear y mantener espacios para tu autocuidado. Crear un espacio para ti es un requisito para mostrarte el afecto que sientes por ti. Con espacio me refiero a una rutina diaria donde cuides de ti física y espiritualmente; puede ser una rutina de belleza, de ejercicio, de espacio dedicado a tu salud mental…  lo importante es que dediques un rato cada día a ti misma/o y que no renuncies a ese momento por nada del mundo.  

-Pedirte perdón. Si te has herido a ti mismo/a con tu comportamiento (aceptando algo que no querías en realidad, manteniendo hábitos poco saludables, etc.) pídete perdón como harías si hubieras herido a otra persona. Ese autoperdón aumenta el respeto por ti mismo. 

-Háblate con cariño, con paciencia y con respeto. El lenguaje interno es uno de los pilares más importantes del amor propio: si te hablas y te tratas mal, no vas a tener una autoestima saludable. Recuerda que hablarte bien no depende de los demás: depende única y exclusivamente de ti. Si tú mismo te tratas mal, le estás enseñando a los demás cómo hacerlo también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu experiencia es importante... ayúdanos a crear una comunidad de apoyo