Recientemente una conocida cadena de comunicación ha puesto en marcha un programa con el que se pretende visibilizar la salud mental y la importancia que requiere su cuidado. Me gusta especialmente el lema que han escogido “De esto hay que hablar”, y adjunto el enlace para más información sobre esta iniciativa https://www.lasexta.com/constantes-vitales/. Es fundamental que la sociedad vaya teniendo cada vez más presente la salud mental y cuál es el papel de todos aquellos que nos dedicamos a ella. Sin embargo, todavía tenemos muchos prejuicios sobre la figura del psicólogo y asistir a terapia. Veamos algunos de estos prejuicios:
“Un psicólogo es como un amigo, no puede hacer mucho más por mí que escucharme, y además, mis amigos no me cobran”. Es indiscutible el papel que puede tener el apoyo social en nuestro desarrollo y ante las dificultades que puedan surgirnos en la vida. Un amigo será un buen oyente, pero un psicólogo es el especialista que tiene los conocimientos técnicos sobre comportamiento humano. En España necesita de dos titulaciones universitarias para poder ejercer en el ámbito privado como tal, por lo que sin duda sabrá ofrecerte aquellas estrategias y técnicas que te ayuden con tu dificultad. Y como cualquier otro profesional de la salud cobra por su trabajo.
“Me da miedo contarle mis cosas a un desconocido. Mis cosas son mías”. Descubrir todo lo que somos a un desconocido no es fácil, sobre todo cuando estas revelaciones pueden incluir aspectos más negativos de nosotros. Pensamos que se puede forjar una idea de que somos malas personas, pero en realidad lo que se hace en terapia es precisamente ayudar a descubrirse a la persona que asiste. Este proceso de descubrimiento puede que a veces no sea agradable, pero resulta fundamental para la ayuda terapéutica. Además, los psicólogos no están para juzgar ni censurar a nadie, sino para aceptar de forma incondicional, ofreciendo una escucha cálida y activa. Y no hay que olvidar que para que una terapia resulte exitosa es fundamental construir una relación personal terapéutica adecuada, por lo que disponer de habilidades interpersonales resulta indispensable para ser un buen profesional.
“Esto que me pasa es una tontería”. Nuestra salud mental merece tanta atención como nuestra salud física, lo que ocurre es que tradicionalmente le hemos prestado más atención a la salud física. Cuidar de nuestro bienestar incluye también cuidar nuestro aspecto emocional.
“Si voy, al final voy a hacer lo que el psicólogo quiera y me va a manipular”. Un buen psicólogo no va a tomar las decisiones por ti, sino que te dotará de herramientas y recursos personales para que tú las tomes por ti mismo. El psicólogo sólo es un acompañante en tu proceso terapéutico.
“Lo que yo tengo se me quita con pastillas”. Sin duda los psicofármacos son de gran ayuda para los problemas de salud mental graves, pero está más que demostrado (existe mucha literatura científica al respecto) que el tratamiento farmacológico por sí solo no resulta tan efectivo como combinado con terapia.