¿Alguna vez has sentido que llevas la capa de superhéroe puesta 24/7,
resolviendo los problemas de todos menos los tuyos?
Spoiler: eso no te convierte en más noble… solo más estresado.
Hoy vamos a hablar de por qué priorizar tu bienestar no es egoísmo, es supervivencia. Y no te preocupes, no es solo filosofía de taza de café, ¡la ciencia lo respalda!
🧠 Tu cerebro no puede con todo (aunque tú creas que sí)
Cuando vives diciendo “sí” a todo el mundo, tu cerebro empieza a operar en modo supervivencia. Eso significa más cortisol (la hormona del estrés) y menos serotonina (la de la felicidad). Resultado: estás cansado, irritable y… adivina qué, ¡menos útil para los demás!
Estudio flash: Un artículo publicado en Journal of Health Psychology demostró que las personas que practican el self-care (cuidado personal) de forma regular tienen mejor salud mental, menos ansiedad y mayor productividad. ¡Eso es eficiencia emocional, amig@!
🛑 El síndrome del “agradador crónico”
Seguro conoces a alguien (o te estás viendo en el espejo) que dice cosas como:
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“No importa, yo me encargo”.
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“No quiero que piensen que soy egoísta”.
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“Prefiero que estén bien, aunque yo me sienta fatal”.
Este comportamiento, aunque bienintencionado, puede llevarte directo al burnout emocional. Y sí, eso también está documentado: estudios han vinculado el “people-pleasing” ("agradador crónico") con mayor riesgo de depresión, baja autoestima y relaciones tóxicas.
🚨 Ponerte primero es un acto de amor (y no solo propio)
Imagínate en un avión: ¿a quién le pones primero la mascarilla de oxígeno en caso de emergencia? ¡A ti mismo! ¿Por qué? Porque si te desmayas, no ayudas a nadie.
Lo mismo aplica a la vida: si no estás bien contigo mismo, es muy difícil que puedas ser un buen amigo, pareja, madre, padre, o profesional. Priorizarte es asegurar que tienes los recursos mentales y emocionales para estar bien con los demás sin vaciarte y desfallecer en el intento.
🛠 Tips para priorizarte sin sentirte mal
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Agenda tiempo para ti como si fuera una reunión importante (porque es la reunión más importante que tendrás hoy y siempre).
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Aprende a decir “no” sin culpa. No es rechazo, es respeto por tus límites. Si tú no te respetas, los demás tampoco lo harán.
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Escucha a tu cuerpo: si estás agotado, tu sistema te está gritando que pares. No es broma: si tú no paras, tu cuerpo te parará de una manera que quizá no te guste...
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Rodéate de personas que no se ofendan por tu autocuidado, sino que lo celebren. Seguro que conoces a alguien que suelta eso de: "¡Qué egoista! Sólo piensa en ella". Esa persona probablemente ha descubierto que para ti hay alguien más importante que ella o él: tú. Y por supuesto, ha descubierto que ya no te vas a ocupar de sus problemas o de proporcionarle bienestar y comodidad...
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Reemplaza el “tengo que” por “elijo”: cambia el chip de la obligación a la elección personal.
🌱 Recuerda: no viniste al mundo a complacer a todos
Viniste a vivir tu vida, no a ser el personaje secundario del drama de otros. Priorizarte es el primer paso para construir una vida más plena, auténtica y saludable. Así que la próxima vez que te sientas mal por poner límites, recuerda:
NO ES EGOÍSMO,
ES EQUILIBRIO
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