Equilibrio emocional

El equilibrio emocional implica tener una comprensión profunda de las propias emociones, así como la capacidad de manejarlas de manera constructiva. Es necesaria una implicación por nuestra parte para poder sentirnos en equilibrio: el autoconocimiento es la clave. Aquí tenemos una serie de aspectos que nos ayudan a mantener nuestro equilibrio emocional.

1.     Auto-cuidado: mantener tu equilibrio emocional requiere cuidar de ti mismx física, mental y emocionalmente. Asegúrate de dormir lo suficiente, comer de manera saludable, establecer límites saludables en tus relaciones y buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Tú eres lo más importante.

2.     Ser consciente de tus propias emociones: conocer y comprender cómo te sientes en diferentes situaciones.

3.     Aceptación y validación de emociones: esto implica aceptar cómo te sientes, sin juzgarte por sentirte de esa manera. Ignorar o reprimir tus emociones acabará teniendo el efecto contrario al equilibrio. De igual modo, aprende a poner limites a aquellas personas que invaliden o minimicen tus emociones.    

4.     Manejo saludable de tus emociones. Aprender y practicar técnicas como la respiración profunda, la meditación, el ejercicio físico suave, la expresión creativa… puede ayudarte a calmarte cuando estés experimentando emociones intensas o a sentirte mejor cuando tu ánimo esté bajo.

5.     Resiliencia emocional: esto implica ser resiliente ante los retos y desafíos que la vida pone en tu camino, recuperándote de los contratiempos y manteniendo una actitud positiva incluso ante las situaciones más complejas.

6.     Empatía: entender y resonar con las emociones de los demás te ayudará a mantener también tu propio equilibrio. Ponerte en lugar del otro te permite conectarte más profundamente con los demás, fortaleciendo tus relaciones y el apoyo social que recibes.

Reinventarse

 

A veces suceden acontecimientos externos que nos empujan a cambiar, otras veces esta necesidad de cambio es interna porque sentimos que la vida que vivimos ya no nos representa… sea como sea, puede llegar un punto en el que deseamos redefinirnos a nosotros mismos bajo otras perspectivas; este proceso puede resultar muy desafiante para algunas personas, pero no hay que olvidar que los cambios son una parte natural de la vida, y todos estamos inmersos en ese proceso cambiante de construcción del yo.

Este proceso de redefinición es algo continuo y no sucede de la noche a la mañana, así que lo primero de todo es ser amables con nosotros mismos, después tomarnos nuestro tiempo y, por último, mantener la flexibilidad para con nuestro propio proceso. Veamos algunos pasos que pueden ayudarnos a reinventarnos.

  1. Reflexiona sobre tus valores. ¿Qué es lo más importante para ti en la vida? ¿Sinceridad, valentía, confianza, tolerancia, honestidad, amistad, amor, perdón, humildad…? Considera si tus acciones y decisiones sobre tu vida a día de hoy están en línea con esos valores fundamentales.
  2. Establece metas claras. ¿Qué quieres lograr en los distintos ámbitos de tu vida? ¿Hacia dónde quieres ir en tu futuro profesional? ¿Tu salud y bienestar se ha convertido en una prioridad? Analiza todos los ámbitos de tu vida y piensa en qué punto estás en cada uno de ellos y en qué punto quieres estar. Traza los caminos para llegar a esos nuevos puntos de bienestar.  
  3. Cuida tu bienestar. Priorízate. Tú eres lo más importante. Hacer ejercicio suave regularmente, practicar meditación, dormir lo suficiente… eres responsable de tratarte todo lo bien que puedas y sepas.
  4. Prueba cosas nuevas. Nuestra zona de confort es maravillosa, pero salir de ella nos ayuda a ampliar perspectivas y a descubrir nuevos intereses y pasiones. Quizá antes te gustaba la pintura y la lectura y ahora has descubierto que ya no te interesan y prefieres hacer surf…
  5. Cuida las relaciones que sean significativas para ti. Una relación requiere invertir tiempo, dinero, energía… no descuides a las personas importantes de tu entorno. Estas relaciones brindan apoyo emocional y enriquecen tu vida de muchas formas.
  6. Aprende de todo lo que has vivido. Utiliza tus experiencias para aprender; no todo ha sido bueno ni todo ha sido malo. Analiza esas experiencias y agradece haberlas vivido. Te han hecho ser la persona que eres ahora. Perdona, deja ir el pasado y comienza una nueva senda hacia la persona en la que quieres convertirte.
  7. Tú eres el experto en tu propia vida, pero si ves que el proceso de reinventarte se te hace cuesta arriba, busca ayuda profesional: puede ayudarte a trazar objetivos y metas y verte a ti mismx con más claridad para alcanzar todo tu potencial.