Construyendo bienestar

Los seres humanos somos seres holísticos; esto significa que estamos compuestos de tres planos: el plano físico (nuestro cuerpo), el plano emocional (nuestras emociones y sentimientos) y el plano mental o cognitivo (nuestras ideas, creencias y pensamientos). Estos planos están interconectados y en equilibrio, de forma que nuestro estado emocional influye sobre lo que comemos, nuestra activación o desactivación afecta a nuestros pensamientos y los sentimientos (cualesquiera que sean) influyen en nuestra salud de forma general. 

Partimos de la base de que somos energía vital en movimiento, en continuo ir y venir, carga y descarga; nuestras emociones están conectadas con nuestros pensamientos y nuestro cuerpo. Todo esto produce una tensión y un movimiento interno (cognitivo y emocional) y externo (físico) que es necesario aprender a gestionar. Vamos a ver una serie de pautas que pueden ayudarnos para lograr la armonía:  

-Aprender a respirar correctamente. Esto parece algo simple, ya que si no supiésemos respirar no estaríamos vivos, y es cierto, pero también es cierto que hay maneras de respirar que pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud emocional. Para aprender a respirar:

1.Inspirar de forma profunda, llevando el aire hasta el fondo de nuestro abdomen.

2.Retener el aire, permitiendo que nos llene completamente (contamos hasta cuatro).

3.Expirar lentamente, vaciándonos con suavidad.

4.Hacer una pausa antes de la siguiente inspiración.

-Aumentar la energía positiva que consumimos: buscar aquello que nos parezca bello, armónico, pleno. Contemplar paisajes, pinturas o imágenes que nos transmitan paz, calma y tranquilidad; también podemos buscar aquellas cosas, actividades o personas que nos estimulen o que nos hagan “vibrar”, explorando una gama más amplia de emociones. Vale cualquier cosa que nos transmita armonía (música, libros, películas, documentales, actividades placenteras). Se trata de contrarrestar la carga de cosas negativas que nos llega cada día.

-Fomentar la expresión (emocional y física) de nuestra energía vital. Cuando nuestro organismo necesita desahogarse o expresarse, la actitud correcta es la de permitir esas crisis. Pueden ser crisis físicas (resfriado, anginas, enfermedades agudas) o crisis emocionales (llanto, berrinches). Permitir que toda esta expresión natural de lo que somos transite por nuestro yo es darnos el mejor de los tratos. Una de las actividades más sencillas para que toda esta energía transite de forma adecuada consiste en escribir un diario, siendo sinceros, poniendo el foco en nuestros acontecimientos internos, sin juzgar, sin bloquear, sin censurar, sin analizar, sin interpretar; simplemente, dejando que todo fluya.

-Escuchar a los demás y permitir la expresión de su energía vital. Esto implica escuchar al otro, sin juzgar, permitiendo que descargue esa energía. Hay que escuchar y apoyar, ayudando al otro a ser lo que es.

Si crees que has perdido la armonía y el equilibrio en tu vida, en Meraki Psicología Aplicada podemos ayudarte a que los redescubras.

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