1. Acepta la imperfección: nada ni nadie es perfecto. La búsqueda continuada e inflexible de la perfección en todo lo que hacemos y en la vida que nos rodea puede convertirse en una fuente muy importante de estrés.
2. Acepta los errores: equivocarse es algo natural. Aprende de tus errores y no te fustigues con el látigo de nueve colas cuando te equivoques, porque eso no te ayudará a hacerlo mejor la próxima vez.
3. Prioriza TU bienestar: tú eres lo más importante. Si tú no te cuidas, nadie lo hará por ti. Dedícate tiempo, haz cosas que te gusten y te relajen, además de mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio suave regularmente y dormir lo suficiente.
4. Desapégate de todo y de todos: no
pongas tu felicidad en cosas materiales ni en las expectativas sobre los demás.
Cree en ti y crea
expectativas razonables sobre ti.
5. Vive y agradece tu presente. Céntrate en el aquí y en el ahora, viviendo sólo un día a la vez. Agradece cada minuto del día y lo que tienes durante ese minuto que vives.
6. Mantén relaciones saludables: rodéate de personas que te apoyen y te hagan sentir bien; establece límites saludables y no tengas miedo a decir NO.
7. Acepta el cambio y el fracaso. El cambio es una constante en la vida, al igual que el fracaso convive con nosotros. No son tragedias, sino oportunidades para adaptarnos y hacerlo mejor.
8. Encuentra el lado bueno de todas las situaciones. Y si puedes hacer un poco de humor con lo que te ocurre, mejor.
9. Simplifica tu vida. Elimina lo innecesario,
concéntrate en lo que es esencial para ti y ordena tu espacio interno y
externo (esto también se aplica a personas y situaciones). Menos es más.
10 Trabaja en ti. No busques la aprobación de otros, eso no te hará ser mejor. Simplemente, aprende a valorarte por quien eres, no por lo que los demás esperen o piensen de ti.
11 ¿Qué es para ti la felicidad? Define y sigue tus propias metas
y sueños; cada uno de nosotros tiene una definición distinta de felicidad y de
éxito. Siéntate y toma un café contigo mismo: pasa tiempo planificando y edificando una vida de la que no necesites escapar a menudo.