La pérdida de confianza en otra persona es uno de los principales motivos por los que las relaciones interpersonales pueden resultar seriamente dañadas. Veamos algunas pautas que pueden ayudarte a conseguir que se recupere la confianza si has pasado por esa experiencia.
Para comenzar, tengamos claro
que resulta complicado recuperar el grado de intimidad que existía
previamente al suceso que ha desencadenado la pérdida de confianza. Es muy
posible que nada vuelva a ser como era antes. En líneas generales, será un proceso largo y
no sucederá de la noche a la mañana, así que ármate de paciencia.
Si has sido tú el responsable del
suceso, admite el error. Admitir que te has equivocado es el primer paso. No ocultes
los hechos, ni intentes diluir responsabilidades. No eres una mala persona,
sino una persona que a veces se equivoca.
Intenta no ponerte a la defensiva,
porque podrías endurecer el conflicto; el respeto a los sentimientos de esa
persona y a los tuyos propios y la humildad es el único camino para que te vea
como un ser humano que comete errores.
Empatiza. Intenta ponerte en el
lugar de la otra persona, o piensa qué harías tú si te hubiera pasado a ti; así
te será más fácil comprender sus sentimientos y poder reparar el daño de forma
correcta.
Habla de por qué lo hiciste: exponer
tus motivos para actuar así hará que esa persona te vea de una forma más
humana. Muestra todos tus sentimientos y opiniones sobre lo que ha ocurrido,
sin que parezca que quieres imponer tu criterio, ni justificar lo
injustificable.
Fomenta la comunicación. Aprender
a comunicarse de forma asertiva puede suponer un gran avance para la relación,
al igual que aprender a gestionar los conflictos cuando surjan.
Cambia aquellas conductas por las
que se llegó a la pérdida de confianza. Si la otra persona ve cambios notorios
y mantenidos en el tiempo en la conducta relacionada con el suceso, será un
proceso un poco más rápido.
Sé honesto y no mientas. La relación
está dañada, así que cualquier pequeño conflicto puede suponer que se rompa del
todo. Mentir puede ser visto como otra traición más, así que mejor decir la
verdad sobre el suceso y ya para todas las ocasiones. Recuerda que decir la
verdad siempre implica no tener que usar la memoria.
Muéstrate como un libro abierto. Si
no tienes nada que esconder, conviértete en agua cristalina. Cuanto más transparente
seas, más fácil será que vuelva a recuperar la confianza en ti.
Y, por último, recuerda que por
lo general las oportunidades sólo se dan una vez, así que no vuelvas a cometer
el mismo error dos veces.
Si has pasado por esa experiencia y quieres volver a recuperar la confianza de esa persona o mejorar tu relación con ella, en Meraki Psicología Aplicada podemos ayudarte.