Cuando una persona querida es
diagnosticada de una enfermedad que presenta una evolución hacia un desenlace inexorable,
aparece en los familiares y cuidadores lo que se denomina duelo anticipado; es decir, el proceso de duelo que es previo o anterior a la pérdida
real del ser querido.
Durante el duelo anticipado ocurren simultáneamente multitud de emociones como el miedo (relacionado con la ansiedad) la tristeza, la
ira y la todopoderosa culpa; también se expresa mediante el llanto, la
agresividad, leves taquicardias o presión en el pecho. Lo que ocurre es que simplemente
nuestra mente y nuestro cuerpo están reaccionando de una forma preventiva al acontecimiento
que tememos.
Todas estas manifestaciones son
parte de un proceso absolutamente normal y adaptativo que nos ayuda a aceptar
la situación de forma gradual y que nos van a permitir procesar mejor los
acontecimientos venideros.
Algunas pautas que pueden
resultar de utilidad en estos duros momentos son:
-Llorar. Los humanos estamos
programados genéticamente para sentirnos mejor después de llorar. Llorar es de
valientes. Compartir el llanto con otras personas, de auténticos héroes.
-Exteriorizar emociones y sentimientos.
Es decir, dejar salir de nuestro interior todo lo que sentimos: frustración,
miedo, tristeza, rabia, ira… poder hablar de la situación con alguien con quien
tengamos un buen vínculo nos ayudará muchísimo.
-Controlar todo lo posible los
pensamientos pesimistas, intentando no anticipar acontecimientos. Todo llegará,
pero a su momento.
-Disfrutar de cada momento
presente con nuestro ser querido. Su luz brilla y está con nosotros. Céntrate
en cómo hacer especiales cada uno de esos momentos que estáis compartiendo.
-Fortalecer y disfrutar de los
vínculos afectivos con los seres más cercanos. Esto implica poder hablar del
significado de la pérdida con los nuestros, en un entorno afectivo seguro y
donde pueden expresarse la impotencia, el desconsuelo, la incertidumbre…
-Si no eres una persona
particularmente expresiva, llevar un diario donde puedas anotar todo lo que
estás sintiendo puede resultarte muy útil. Sólo lo leerás tú, así que puedes escribir
todo aquello que te oprima o maldecir todo lo que quieras.
-Usar técnicas de relajación para controlar la ansiedad, como el control de respiración o la relajación muscular progresiva de Jacobson.
Si el duelo anticipado se alarga
en el tiempo o te supone una dificultad que no puedes sobrellevar, en Meraki Psicología
Aplicada podemos ayudarte.