¿Cómo estudiar para aumentar nuestra eficacia?

Cada vez es mayor la demanda de servicios que supongan una ayuda a los estudiantes, tanto para los más jóvenes que ingresan a un nuevo ciclo educativo como para los adultos que retoman su formación después de un tiempo o estudian una oposición. Deseo que os resulte de utilidad.

En primer lugar, siempre es útil revisar cuáles son nuestras creencias sobre el hecho de estudiar. Estas creencias pueden incluir afirmaciones erróneas o limitantes como: no voy a saber administrar mi tiempo, voy a ser incapaz de aprobar porque no se me da bien, no voy a encajar en ese mundo o no me adaptaré al ritmo académico.

Para que el proceso de estudio nos resulte satisfactorio, podemos comenzar no por romper los hábitos que ya tenemos o que hemos adquirido a lo largo de los años, sino por mejorar los que ya tenemos. Sabemos además que tener un horario y un entorno fijo es de gran ayuda, así como que este es un proceso que se perfecciona con la práctica y en el que cada cual tiene su propio ritmo. Es importante anotar nuestros progresos, para lograr un extra de motivación y felicitarnos a nosotros mismos por las mejoras que vayamos consiguiendo.  

También debemos tener en cuenta que el proceso de aprendizaje no siempre resultará fácil ni divertido ni que todo lo aprenderemos a la primera (hay que ser realistas). Lo importante será recordar que cualquier cosa que aprendamos sin duda tendrá su utilidad o se la veremos más adelante.

Además, es importante el autoconocimiento para que el proceso de estudio resulte satisfactorio. Saber cuáles son nuestras capacidades de aprendizaje y de memoria y saber qué estrategias de aprendizaje y estudio nos resultan efectivas y cuáles no, nos ayudará a planificar una aproximación adecuada y personalizada al estudio.

Según distintas investigaciones, el éxito en este proceso de aprendizaje se debe a diversos factores. Las cualidades innatas serían las responsables de nuestro éxito en un 50-60%; la salud, el ambiente y otros factores relacionados contribuyen en un 10%. El porcentaje restante, entre un 30% 40%, se debe a las técnicas de estudio que empleamos. Así pues, es importante disponer de un repertorio amplio de técnicas de estudio y conocer cómo sacarles el máximo provecho, adaptándolas a nuestras características personales. Entre las técnicas de estudio podemos incluir:

-lectura comprensiva.

-memoria.

-gestión y planificación del estudio.

-toma de apuntes.

-asistencia y participación en clase.

-realización de proyectos, actividades o trabajos.

-realización de exámenes.

 

 Para terminar, veamos algunas pautas que pueden resultarnos de interés:

-trazar objetivos a corto, medio y largo plazo.

-utilizar las recompensas como apoyo para motivarnos.

-seguir un horario estructurado, pero también flexible ante épocas de exámenes, entrega de proyectos, etc.

-cuanto más organizado y sistematizado sea el proceso de estudio, más preparación ante los imprevistos.

-acabar una tarea o subtarea antes de pasar a otra.

-tomar un descanso cuando sea necesario. 

-buscar el momento ideal para estudiar (estar al 100%, compatibilidad con el horario de trabajo, biorritmos *mañana/tarde).

-dividir el tiempo en unidades de 1 hora aproximadamente y asignar a cada tarea el tiempo que crees  que te llevará y añadir un 20% más de tiempo (está comprobado que siempre tardamos más de lo que creemos en realizar algo, por los imprevistos).

Si crees que puedes tener dificultades relacionadas con los estudios o necesitas asesoramiento para tu caso particular, en Meraki Psicología Aplicada te ayudamos a resolverlas y te realizamos un plan personalizado para que consigas lo que te has propuesto en este campo.